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Convocatorias 
Para publicar en la revista MEMORIAS DISIDENTES.

La revista MEMORIAS DISIDENTES recibe

​

  • RESEÑAS de libros y tesis (ver directrices para autores). 

  • CONTRIBUCIONES PARA LA SECCIÓN ARTÍSTICA Y ACADÉMICA en TEMAS LIBRES.

Convocatoria a numero especiales

PRIMER NÚMERO

DOSSIER FEMINISMOS Y EXTRACTIVISMOS

Coordinadoras: Carina Jofré y Sofía Chacaltana Cortez.

Desde el 3 de junio hasta 3 de diciembre 2022.

CONVOCATORIA CERRADA.

El nuevo horizonte de luchas territoriales en el siglo XXI tiene a los feminismos como uno de sus principales actores colectivos de las rebeliones emergentes contemporáneas. En el Cono Sur Latinoamericano, dentro de Abya Yala, los feminismos no blancos, de color, comunitarios, queer y no binarios, expresados, por ejemplo, en los feminismos decoloniales, antirracistas, antipatriarcales, antiextractivistas y ecofeministas (entre otros) resurgen en los países de la región construyendo nuevas agendas políticas con fuertes repercusiones masivas en las calles y también en el pensamiento y praxis de las Ciencias Sociales y Humanas. Entre estas nuevas agendas se manifiesta una visión crítica que desenmascara las imbricaciones moderno neocoloniales capitalistas patriarcales implicadas en las dinámicas de los nuevos extractivismos, tanto en lxs cuerpxs feminizadxs, como en el cuerpo de la naturaleza construida desde la ontogenética moderno neocolonial.

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Como ya lo señaló hace unos años Eduardo Gudynas (2013), la palabra “extractivismo” se ha vuelto muy común, empleándosela para designar un abanico tan amplio de actividades humanas que toman recursos de la naturaleza. Gudynas propone un nuevo concepto, el de “extrahección” para referirse a actividades de apropiación de recursos naturales que se realizan por medio de la violencia. Así, por ejemplo, otro sentido se le ha dado al término también en países como Brasil, donde existen áreas protegidas bautizadas como “reservas extractivistas”, en las cuales el Estado brasileño intenta compatibilizar la extracción o cosecha de bienes (frutos, semillas, etc.) con formas de conservación de bosques tropicales. Por otra parte, la distinción entre extractivismos y neoextractivismos también amplió las posibilidades de comprender las implicaciones contemporáneas del concepto. De este modo, las nuevas formas del extractivismo o neoextractivismos fueron definidas por autoras ecofeministas como "un modelo sociopolítico-territorial plausible de ser analizado a escala nacional, regional o local" y "una ventana privilegiada para dar cuenta de las dimensiones de la crisis actual” (Svampa 2019, p. 17-18).

 

Propuesta:

Tomando en cuenta las discusiones en torno a los extractivismos, este dossier se propone ahondar en los diferentes usos, dimensiones y comprensiones del término y concepto desde perspectivas feministas, focalizado en la necesidad de especificar la crítica que el concepto orienta. De forma más amplia proponemos pensar también al extractivismo como un proceso de colonización ontológica que opera, primero, a través de la “invención” de una “posesión” que luego será “desposeída” mediante su extracción. Así, por ejemplo, la creación de la naturaleza como medio a explotar es condición de posibilidad del extractivismo de la naturaleza. De la misma forma, la creación de patrimonios (naturales, culturales, mixtos e intangibles) posibilita la disputa por un bien creado desde una ontogenética moderna capitalista estatal que en sí misma extrae y vacía de significados a los lugares, cuerpos, territorios y memorias para reconvertirlos bajo categorías administrativas, donde el Estado y el capitalismo extienden sus soberanías territoriales. Entendidos de este modo, los extractivismos no se reducen solamente a la presencia de industrias extractivas como la minería o la explotación de hidrocarburos, sino que se constituyen en un mecanismo de despojo intrínseco a múltiples dinámicas contemporáneas del patriarcado moderno neocolonial que nos proponemos evidenciar y debatir.

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La separación ontológica entre cuerpos-territorios, es decir, de los cuerpos vividos como territorios y de los territorios vividos desde la experiencia del cuerpo, pone en tensión y en evidencia la visión patriarcal del capitalismo contemporáneo. Este último opera configurando todo espacio vital en un nuevo espacio de reproducción capitalista, ampliando las desigualdades y generando así nuevas formas de violencia. Es allí donde la crítica feminista aporta decididamente a repensar los vínculos y relaciones entre los seres humanos y no humanos, y los territorios, contribuyendo a un mundo mejor desde un pensar situado y acuerpado como un proceso de invención, de lucha, de transformación y de vida.

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En este número de la Revista Memorias Disidentes, convocamos a una diversidad de trabajos (artículos y propuestas artísticas interpeladoras) que desde diversas perspectivas de los feminismos decoloniales, anti-extractivistas, anti-patriarcales y antirracistas, se propongan repensar las múltiples formas de extractivismos existentes que operan en distintos niveles (ontológicos, epistemológicos, filosóficos, performáticos, etc.), y sobre distintos territorios de vida, campos de acción y pensamiento, prácticas, enfoques y perspectivas disciplinares e indiciplinadas.

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Algunos de los ejes temáticos propuestos (pero no excluyentes) para este dossier convergen particularmente sobre la relación de los extractivismos y feminismos con los patrimonios, archivos y memorias, algunas de estas líneas propuestas son:

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  • Las relaciones entre patriarcado, feminismos, extractivismos y desposesión (o despojo).

  • Neoextractivismos en Sudamérica, movilizaciones sociales y feministas.

  • Apuestas feministas antipatriarcales y antiextractivistas, debates y perspectivas.

  • Memorias de los extractivismos vividos en los cuerpos-territorios y estéticas de la extracción.

  • Sexualidades autónomas del cuerpo y del territorio versus violencias sexuales y territoriales.

  • Extractivismos y feminismos en los debates del Antropoceno, Capitaloceno, Plantationoceno, Chthuluceno.

  • Extractivismos, patriarcado, capitalismo y colonialidad en los enfoques y perspectivas disciplinares del patrimonio, archivo y memoria.

  • Crítica feminista a los extractivismos implicados en la práctica y la producción patrimonial arqueológica.

  • Extractivismos en los procesos patrimoniales, museificación, complejos exhibitorios y turisticación

Disputas sobre la patrimonialización de los sitios de memoria y lógicas extractivas

SEGUNDO NÚMERO

DOSSIER

PEDESTALES VACÍOS, MEMORIAS DISIDENTES: MONUMENTOS  INTERVENIDOS, ICONOCLASIAS Y DISPUTAS POR LO PÚBLICO EN AMÉRICA LATINA

Coordinadores: Mario Rufer y Cristóbal Gnecco.

 

Desde el 3 de diciembre 2022 hasta el 3 de junio 2023

Propuesta:

Gran parte de las naciones latinoamericanas, como génesis fundacional, vació en bronce a algunos de sus egregios oprobios: conquistadores, encomenderos, traficantes de esclavos, genocidas, generales de milicias que masacraron a poblaciones enteras y un etcétera previsible. Si es verdad que, como plantea Ernest Renan, las naciones son menos lo que recuerdan que lo que son forzadas a olvidar, podríamos preguntarnos cuál es el rol de la monumentalización y de la invención de la memoria pública y de los patrimonios nacionales en ese olvido fundador. 


La ola de intervención, impugnación y derribo, según el caso, de monumentos dedicados generalmente a próceres varones, se ha generalizado en los últimos años en el continente y en el mundo: Argentina en torno a la figura de Julio A. Roca, México y las múltiples diatribas en torno a la estatua de Cristóbal Colón en la capital o de los hermanos Montejo en Yucatán, Brasil en torno a la figura del emperador portugués frente a la “ley de marco temporal”, Colombia con la intervención de la estatua a Sebastián de Belalcázar, y un largo etcétera. ¿Cómo podemos leer esa voluntad iconoclasta? ¿De qué forma abordarla dando cuenta del impulso político que lo encauza?


Algunos autores han planteado desde hace tiempo el problema de la monumentalización en tanto osifica el sentido de lo allí representado, lo vacía de correspondencia con la dinámica del tiempo (Young, 1993). Otros han leído esa falta de correspondencia (por ejemplo, que nadie sepa quién fue ese “prócer” que está emplazado) de otro modo: como una voluntad propia de la estatalidad veráncula ante el totemismo (Mudimbe, 1991). No saber y que no importe demasiado ese “no saber”, también es una manera de direccionar la relación con la autoridad: la estatua del prócer impavido que fija el Estado tiene una función metonímica y no de anclaje: no importa tanto quién es o qué hizo ese aquí se yergue ante mí, sino recordar siempre, a cada paso, que hay un poder con la capacidad gigante de fijar, hacer detener, levantar la mirada. Es el lugar de enunciación y no el enunciado lo que se dirime en el acto monumental de la nación.


¿Podríamos pensar a la iconoclasia detrás de la intervención y el derrumbe de las estatuas y monumentos recientes no sólo como la impugnación de un nombre propio, un sujeto histórico, un genocida o un tratante de esclavos, sino también como el derribo de ese gesto soberano, de una relación con la autoridad, la relación de reconocimiento a quién narra, quién fija, quién nombra? 


Participan en las acciones iconoclastas colectivos indígenas, colectivas feministas, grupos organizados de mujeres contra la violencia patriarcal, grupos políticos en lucha por la recuperación de tierras; pero también lo hacen ciudadanos individuales, transeúntes que se unen a un llamado colectivo. A su vez, las voces instituidas hablan de la necesidad de evitar el “daño patrimonial”, insisten en  “la preservación  de los signos identitarios” –aun cuando, como mostró gran parte de los reportajes mediáticos durante las marchas del 8M en Ciudad de México, la gran mayoría de la población que estaba en la calle “defendiendo a los monumentos” no sabía quiénes estaban representados en los monumentos ni qué lugar en la historia tenían. Esta no es necesariamente una “falla” del poder, quizás lo contrario. Pero la pregunta emerge sobre este punto: ¿qué le sucede a una sociedad que está llamada a “preservar” aquello sobre lo cual carece de relato, o cuyo relato ya no tiene correspondiencia con el sentido, con la experiencia, con el “efecto de verdad”?

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Ejes posibles:

  • Monumentos y antimonumentos: entre el bronce, la piedra, las víctimas de violencia y  desaparición forzada.

  • ¿Intervención o deposición? Graffittis, pintas y derribos como políticas de memoria y la restitución.

  • Feminismo(s) y monumentalidad: formas de impugnación al contrato sexual de lo político.

  • Monumentos, patrimonio y colonialidad: conmemoraciones nacionales y persistencias coloniales.

  • Piedra, papel, tijera: la monumentalidad prehispánica como heráldica nacional y la violencia simbólica de las modernidades vernáculas. 

  • Los pedestales vacíos, las memorias efímeras: movimientos de no sustitución y arquitecturas alternativas de la memoria.

  • Movimientos sociales, comunidades y monumentalidad: desobediencia simbólica y gesto soberano.

  • La magia del Estado, los fantasmas de la historia: disputas subalternas para pluralizar  la memoria pública.

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